La leche materna es el alimento ideal para los recién nacidos y se ha desarrollado a lo largo de millones de años de evolución de los mamíferos. Por algo la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva como única forma de alimentar a los niños hasta los seis meses de edad. Además de los nutrientes básicos, la leche humana contiene muchas otras sustancias para apoyar el desarrollo de los bebés. Los bebés amamantados se enferman con menos frecuencia, no sufren carencias nutricionales y se desarrollan mejor.
Entonces, ¿por qué la leche materna es tan nutritiva? A continuación, te lo decimos:
¿Cómo se produce la leche materna?
Cada glándula de una mujer es capaz de producir alimentos. El tamaño de los senos no importa, la única parte de la anatomía que puede afectar la alimentación del bebé es la forma del pezón en sí mismo: los pezones invertidos o planos pueden requerir técnicas de alimentación de apoyo, que deben ser recomendadas por su partera.
Los alvéolos de leche, que están hechos de células llamadas lactocitos, son responsables de la producción de leche en el seno. Extraen sustancias necesarias para la producción de leche directamente de la sangre de la madre. Cada alvéolo tiene un conducto de leche que sale de ella: los conductos se conectan en rutas de transporte cada vez más anchas, hasta la salida colectiva hacia el exterior en la parte superior del pezón mamario.
Regulación de la lactancia
La producción y secreción de leche materna está regulada por hormonas. Este proceso comienza durante el embarazo. Durante el período de alimentación, la producción de alimentos se lleva a cabo bajo el control de la prolactina y la oxitocina. Estas hormonas son secretadas por la glándula pituitaria de la madre cuando el bebé succiona el pecho o mediante bombeo mecánico. La prolactina estimula los alvéolos de la leche para producir leche, mientras que la oxitocina hace que se drene del seno. La autorregulación también influye en la producción de leche materna. Este mecanismo funciona aumentando o disminuyendo la cantidad de alimento producido, dependiendo de cuánto el bebé esté vaciando el pecho. Si el pecho permanece lleno, el cuerpo deja de producir, y si el alimento se ha agotado, comienza a producir una nueva tanda.
Composición de la leche materna: ¿qué tiene de especial la leche humana?

Se sabe desde hace muchos años que la leche materna contiene el conjunto completo de nutrientes necesarios para el correcto desarrollo del bebé. Los ingredientes básicos de la leche materna son:
- agua
- proteínas y aminoácidos con funciones inmunitarias y de construcción, incluidas proteínas de suero de leche fácilmente digeribles
- carbohidratos que son fuente de energía – principalmente lactosa, que también promueve la absorción de calcio y fósforo, necesarios para la formación de huesos
- grasas y ácidos grasos libres necesarios para el desarrollo del sistema nervioso
- minerales y oligoelementos
- vitaminas
La comida de las mujeres contiene no solo los nutrientes más importantes, sino también muchas sustancias biológicamente activas que son de gran importancia y brindan beneficios insustituibles para la salud del bebé. Estos son:
- células inmunitarias vivas: glóbulos blancos e inmunoglobulinas, que son la primera línea de defensa en contacto con bacterias, virus, parásitos y alérgenos, así como otros factores inmunológicamente activos, por ejemplo, citocinas
- hormonas que regulan el funcionamiento de muchos procesos fisiológicos
- enzimas que apoyan el trabajo del sistema digestivo
- factores de crecimiento
- oligosacáridos, que son prebióticos que favorecen la formación de la microflora intestinal
- nucleótidos y micro-ARN que regulan la expresión génica
Células madre con la capacidad de diferenciarse en diferentes tipos de células para apoyar el desarrollo de tejidos y órganos del bebé, y un tema prometedor para la investigación del cáncer de mama.
Leche materna: el «estándar de oro» en nutrición infantil
La Organización Mundial de la Salud y varias asociaciones de salud recomiendan la lactancia materna como el único tipo de nutrición para los bebés hasta la edad de seis meses. Después de este período, se recomienda ampliar gradualmente la dieta, pero con la leche materna como base para el segundo año de vida del niño.
La composición de la leche materna no es constante. La proporción de componentes individuales cambia con la etapa del período de lactancia, adaptándose a las necesidades cambiantes del bebé.
Durante los primeros días, la leche materna contiene una alta proporción de componentes inmunitarios además de proteínas, vitaminas y minerales. Esta primera leche se llama calostro. Entre el 5° y el 14° día de lactancia, aparece la leche de transición. Durante este período, la composición de la leche materna cambia gradualmente: el contenido de proteínas disminuye y aumenta la proporción de carbohidratos y grasas.
A partir de la cuarta semana de vida de un niño, el cuerpo de una mujer produce leche madura (adecuada), que es una fuente estable y valiosa de alimento durante muchos meses.
¿Qué sucede cuando la lactancia materna es imposible?
No hay duda de que la lactancia materna es la mejor manera de alimentar a los bebés. Sin embargo, no siempre es posible, por lo que existen composiciones lácteas modificadas y adaptadas a la edad del niño. Sin embargo, se basan en la leche de vaca, por lo que incluso la leche artificial mejor perfeccionada será inferior a la leche humana natural. Si no es posible amamantar, vale la pena utilizar los bancos de leche, donde se almacenan los alimentos donados por las mujeres que tienen excedentes.